Nuestra familia es parte de nosotros. Es el grupo humano esencial. Es el lugar dónde aprendemos cómo es el mundo, cómo son los demás y qué podemos esperar de ellos; y es donde aprendemos quienes somos.
Sin embargo, las relaciones familiares son complejas y pueden aparecer problemas, que no siempre logramos resolver sin ayuda.
Aquellas familias que ya han intentado recuperar el equilibrio familiar por sí solos, pueden encontrar un recurso útil y eficaz en la terapia familiar. Pero, si no has ido nunca, puedes tener dudas y preguntarte:
¿Cómo es eso de ir a terapia familiar?
La terapia familiar es una psicoterapia, en la que el objetivo de la intervención es reequilibrar las relaciones del grupo familiar.
Su fundamentación teórica se nutre de diferentes campos, como la Teoría de sistemas de Bertalanffy o la Teoría de la comunicación humana; y existen diferentes escuelas, que se diferencian entre sí, por los aspectos en los que ponen el foco. Tanto en su planteamiento teórico, como en el tipo de intervención psicoterapéutica; así como por el acerbo de técnicas que aplican.
Todas estas escuelas, que han centrado su trabajo teórico, práctico y de investigación, en la intervención familiar, se consideran: Terapias sistémicas.
El apelativo «sistémico», alude al sujeto de la intervención, la familia como grupo o sistema humano, y al enfoque: la consideración de los grupos humanos como sistemas, en los que sus miembros se organizan estructural y funcionalmente.
En el trabajo psicoterapéutico con familias, vuestro terapeuta trabaja con vosotros. Juntos, formáis equipo para mejorar las relaciones y resolver los conflictos que surgen dentro de la familia.
La psicoterapia que se ocupa de los sistemas humanos, tras décadas de investigación cualitativa y práctica clínica, ha desarrollado programas de intervención, procedimientos terapéuticos y técnicas que han demostrado ser eficaces en el abordaje y tratamiento de los problemas familiares.
El objetivo en terapia familiar es transformar el modo de relacionaros dentro de la familia. El trabajo terapéutico juntos consiste en encontrar, formas nuevas de resolver los problemas cotidianos o los conflictos relacionales, que puedan haber surgido.
La terapia familiar se centra en mejorar las relaciones familiares.
Cuando trabajamos con familias, uno de los objetivos fundamentales es comprender la dinámica relacional. El objetivo de trabajar en este aspecto, es identificar qué aspectos queréis modificar, de manera concreta. Para, así, proponer alternativas comportamentales y relacionales, que sean específicas y tengan un objetivo claro.
El objetivo final es reparar las relaciones deterioradas, resolver los conflictos recurrentes y mejorar la convivencia familiar.
En el trabajo terapéutico con familias, es importante identificar los aspectos sistémicos, ya que, estos son los que subyacen al problema que queréis tratar. Necesitamos formular de manera específica qué ocurre y qué hacéis cada uno al respecto, ya que, estos aspectos son la «gasolina» del problema.
Cada familia es única y plantea sus propias metas y objetivos terapéuticos.
Algunos de los objetivos más frecuentes son: mejorar la comunicación familiar y la empatía para lograr resolver las discusiones que surgen. Mejorar la calidad de la convivencia y el tiempo que pasáis juntos. Aprender formas de resolver los conflictos de forma más sana o encontrar ayuda para superar etapas de crisis.
Una vez que hemos identificado qué deseamos cambiar, planteamos opciones y alternativas relacionales y comportamentales. En esta etapa del tratamiento se aplican técnicas durante las sesiones y «tareas» para casa. El objetivo de este abordaje es promover el cambio dentro de la consulta y afianzarlo fuera de ella.
La terapia familiar consiste en acudir juntos, como familia, para abordar los problemas que surgen en las relaciones familiares, con la ayuda de un terapeuta.
Cada sesión es una cita familiar, a la que se invita a acudir a todos los miembros del núcleo familiar que deseen hacerlo.
Es importante que acudáis todos, ya que, desde una perspectiva sistémica, el «problema» o la dificultad, ocurre en las relaciones. No es el comportamiento de uno de los miembros de la familia o la relación entre dos de ellos, lo que ocurre afecta y está influido por la familia, en conjunto.
Dentro de la familia, las variables de origen y mantenimiento del problema, se encuentran en la interacción entre vosotros.
Y, para realizar una intervención sobre las relaciones, es importante que estéis todos.